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La LOMCE desafina

Sulaika Guallart tocando el piano (Fotografía: Ariadna Romera)

Sulaika Guallart tocando el piano (Fotografía: Ariadna Romera)

La asignatura de música, en peligro de extinción en las aulas españolas

La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa ha perdido el ritmo; el Ministerio de Educación, entre muchas de las reformas que ha aplicado, y pretende llevar a cabo, está la desaparición de la asignatura de música en el currículum obligatorio de los alumnos. Esto supondrá que, cada comunidad autónoma deberá decidir si imparte Música como asignatura optativa o si ésta desaparece de las aulas. Como consecuencia, aquellas comunidades o centros que decidan no impartirla graduarán a estudiantes que no han tocado el arte; sin haber sentido la música.

Por suerte, esta reforma no se ha aplicado en todos los centros escolares españoles. Nos acercamos a un instituto de Terrassa, una ciudad del Vallès Occidental.

La sintonía de un piano suena por los pasillos del instituto Sagrat Cor de Jesús a primera hora; se escuchan niños de voces blancas cantando al compás del instrumento. Esta melodía aporta cierta alegría al centro, de paredes claras y ocres; en el resto del centro predomina un silencio digno de un instituto en horario lectivo. En los pasillos me cruzo con profesores cargados de papeles, algún que otro alumno que llega tarde y varios papeles anunciando los próximos proyectos que llevará a cabo el centro.

Es una lástima que el sistema educativo quiera deshacerse de este ambiente, de esta paz para los oídos y el alma, de descartar la música de la educación y privar a estudiantes de aprender las bases de la enseñanza musical, de poder brillar con una flauta o su mejor instrumento humano: la voz.

Sulaika Guallart aparece con el mejor de los complementos: una sonrisa de oreja a oreja y muchas ganas de hablar sobre su pasión. Me saluda con muchas ganas y se alegra de nuestro reencuentro tras 2 años sin vernos. Mantiene ese espíritu que tanto la caracteriza: una alegría que se contagia, ganas de ayudar y de hacer un poco más feliz al prójimo. Como profesora de música que es en el centro, la música forma parte de su ADN, es parte de su vida, de sus raíces, pues lleva desde los 7 años dedicándose a ella, ya sea estudiándola o enseñándola. Tuvo la suerte de entrar en contacto con pianistas siendo muy pequeña y en seguida comenzó a estudiar solfeo. Desde entonces supo que aquello era lo que quería seguir haciendo el resto de su vida. Reconoce que las carreras musicales son duras y largas y a la vez poco reconocidas en España.

Es importante destacar el carácter solidario de Sulaika, ya que ha emprendido distintos viajes a países en los que prima la necesidad y colabora en una gran cantidad de proyectos solidarios para ayudar a los más necesitados; su música no entiende de intereses económicos ni fronteras.

Una vez finalizó sus estudios musicales, se decantó por estudiar Humanidades en la universidad, puesto que sabía que no podría dedicarse exclusivamente a la música y que necesitaría un trabajo reconocido en España para poder ganarse la vida.

Sus inicios como profesora de música

Poco después de graduarse en la universidad, comenzó a trabajar en el centro de educación secundaria Sagrat Cor de Jesús, de Terrassa. Contrariamente a sus expectativas, le pidieron que en vez de enseñar ciencias sociales, impartiera la asignatura de música en el instituto. La profesora asegura que en un principio no era lo que esperaba: “Cuando me sugirieron impartir la asignatura de música no quería, pero luego vi que ofrecía muchas posibilidades, me permitía trabajar de formas distintas y colaborar en proyectos y campañas solidarias. Además, si esto me permite dedicarme a lo que me gusta y poder atraer alumnos al campo artístico y ser partícipe de campañas…Esto es lo que quiero.”

Pero… ¿Qué hubiera sucedido si Sulaika no hubiera tenido la oportunidad de tocar la música en su escuela? La actual profesora considera que si durante su formación escolar no hubiese palpado de primera mano la música, hubiera buscado vías alternativas para poder aprender las bases teóricas y prácticas de la música.

Desde su punto de vista, si una comunidad autónoma o un centro educativo decide no ofertar la asignatura, cree que difícilmente un alumno de 15 años se interese repentinamente por estudiar música, y mucho menos con 30 años. Las nociones musicales mínimas son necesarias para formación sana y correcta de los jóvenes.

No cree que la ausencia de la música en las aulas lleve al fracaso escolar, pero sí que empeore la salud mental; hay muchas personas que se sienten fuera del sistema y proyectos como el teatro musical enriquece a muchos jóvenes, además de que aporta grandes beneficios. Hay gente que se descubre, que encuentra una nueva vocación o un nuevo hobbie. Sulaika asegura que la música sin hacerla, sin experimentarla… no tiene sentido; la mejor opción sería que no desapareciese nunca del currículum.

Una de las actuales preocupaciones es la posible desaparición de la educación musical y éste es uno de los miedos de la profesora. El hecho de que haya poca cultura de fondo en la sociedad española provoca estas inseguridades entre los amantes y dedicados a la educación artística. Es fácil comprender su frustración.

¿Y si la música se pierde?

Sin lucha no hay victoria, y para evitar que, aun habiendo retirado la asignatura del currículum escolar, la música se perdiera, Sulaika continuaría dando música, aunque fuese dando clase de sociales cantando. Considera que la lucha vendría por parte de los profesores que se dedicasen a ello más que de la propia sociedad, puesto que tiene la sensación de que la gente concibe música como una asignatura de 2º clase, no “tan importante” como las matemáticas o biología. La sociedad carece de conocimiento sobre la importancia y los valores que aporta la música en nuestras vidas. Es imposible no reconocerlo después de escuchar las palabras de la profesora, su dedicación, su pasión.

Sulaika Guallart y Ariadna Romera en el aula de música del centro

Sulaika Guallart y Ariadna Romera en el aula de música del centro

A pesar de ello, Sulaika no se siente abandonada por educación gracias a los proyectos que lleva adelante, pues se siente respaldada por el colegio y siempre ha tenido mucha libertad a la hora de ejercer su trabajo.

¿Por qué la sociedad no asimila la importancia y necesidad de estudiar música? Sulaika asegura que hay mucho profesor que carece de creatividad, si todos fueran más allá de lo que establece el currículum y empatizaran a los alumnos a sumergirse en la música, la sociedad tendría otra concepción sobre ello. En nuestro país las

asignaturas de arte son las más castigadas, mientras que en otros países de Europa, tocar un instrumento entra dentro del currículum escolar y no prima una asignatura frente a otra; pocos colegios españoles cuidan este problema.

Debemos evitar la mayor de las pérdidas

La profesora está segura de que el sistema capitalista predominante en la actualidad se limita a valorar aquello que aporta beneficio económico, no valora otro tipo de beneficio, lo que no es efectivo “no sirve”. Por lo tanto, el arte no es considerado como tal y España lo abandona, renuncia a la cultura. Apuesta porque se tomen la cultura en serio, no como un simulacro. Todos los estudiantes merecen conocer las bases del arte, de la música. No podemos permitir que la clase política prive a jóvenes de conocer nuevas vocaciones y sobre todo, de descubrir nuevos talentos. 
Sulaika termina la entrevista con una sonrisa satisfecha y me acompaña a su aula favorita de todo el centro: la clase de música. Allí reúne a unos cuantos alumnos de 1º de la ESO para tocar una de las canciones más alegres de su repertorio: Bajo El Mar, canción original de la película Disney «La Sirenita». Al acabar, Sulaika me desea toda la suerte del mundo y camina hacia una clase de 4º de la ESO, donde impartirá su máxima pasión durante la siguiente hora, sus pasos desprenden ritmo, decisión, coraje, talento.

Enlaces para profundizar en el tema:

Petición en Change.org para mantener la asignatura en las aulas

Estreno del musical solidario Mamma mía, dirigido por Sulaika Guallart

Asignaturas desplazadas por la LOMCE

Ariadna Romera Pérez